¿Esto desaparecerá? |
Esta universidad alcanzó tal prestigio en su historia, no sólo en el campo educativo, sino también en el medio social, porque se convirtió desde un principio en una entidad educativa elitista desde el punto de vista social. En épocas pasadas, nuestra Universidad Nacional Mayor de San Marcos, fue la que congregaba a los más preparados alumnos de los colegios nacionales. La Católica, era de otro lote. Allí, optaban títulos los de apellidos "nobles" y la tan malamente llamada "gente de la sociedad". La "pituquería actual".
"Yo, no tuve la culpa". |
Oía en los noticieros de la televisión un reportaje a la lideresa del estudiantado que, no recuerdo cómo se llama y que mostraba su indignación por la acertada decisión del Vaticano. No me explico cómo un católico va a estar en desacuerdo con la decisión de la cabeza, que establece quién debe llevar su nombre. Es que para esta gente, no se trata de la religión, sino del nombre como prestigio institucional. Nada más. Es una marca. Les llegó entonces la hora de cambiar de marca y no saben cómo hacerlo.
Nos vamos a otra Universidad |
"O sa", les falló el plan. Y esto es irreversible. A nadie le pueden achacar la culpa. Se rebelaron sin razón y sin fundamento, y allí tienen el resultado. La casa de estudios tendrá que cambiar de nombre y dejar de usar el rimbombante "pontificia". Es como en un hogar, los hijos no hagan caso al papá. Por supuesto que los agnósticos, los protestones y los que siempre tienen la razón, no van a estar de acuerdo conmigo. Pero para eso tengo mi blog y digo lo que siento. Sin interés alguno. Yo estudié en la Universidad de la Vida. Gracias.